Belorizonte (Esmerarte 2020), el sueño latinoamericano de Pablo Lesuit, se estrenó el pasado 21 de febrero

Pablo Lesuit es un músico multi-instrumentista, cantante y compositor gallego que destaca en la nueva escena de la canción iberoamericana por su estilo personal e independiente. La música de Pablo no entiende de fronteras o etiquetas; libre, viaja por intensos paisajes en los que la poesía de sus letras se combina con grandes dosis de percusión, guitarras y samplers.

 

En los últimos años ha colaborado en grabaciones y conciertos con artistas como Jorge Drexler, Eladio y Los Seres Queridos o la argentina Esmeralda Escalante de Aínda Dúo, y ha participado en grandes festivales de España y Latinoamérica.

 

A comienzos de 2017, finalizando la gira de su anterior álbum “Tiempo” realiza una serie de conciertos por Uruguay y Argentina. Cuando llega al encuentro de músicos Serenadas en La Paloma (Uruguay), y fascinado por lo que se encuentra, decide cambiar de rumbo. Cancela las fechas de grabación de su nuevo disco en Madrid y su regreso a España y comienza un viaje de exploración musical y personal. Acompañado de su guitarra, un ordenador y un micrófono realiza una ruta en la que va realizando grabaciones con músicos que encuentra por el camino.

 

Durante dos años viajó atento a los diferentes sonidos que aparecían. Descubrió una música de raíz que empapa gran parte de los estilos allí presentes. Además del folclore propio, se encontró con la cumbia, que aparece con diferentes matices en casi todos los países de Latinoamérica, así como una increíble escena pop, rock y experimental. Todas estas influencias se mezclaron con su universo musical dando lugar al nuevo sonido de “Belorizonte”. 

 

Una de las piezas fundamentales de este trabajo es Juanito El Cantor, productor junto a Pablo. Una noche a comienzos de enero, en La Paloma, Juanito se encontraba tocando en la terraza de una casa a altas horas de la madrugada. Pablo, que regresaba de otra casa sin más luz que la de las estrellas, lo escuchó cantar a lo lejos y se acercó para charlar con él. Juanito resultó ser uno de los productores más interesantes de la escena underground de Latinoamérica: ha trabajado con artistas como: Miss Bolivia, Ruben Albarrán-Café Tacuba, David Aguilar o Alejandro y María Laura, entre muchos otros. Al escuchar las canciones y el plan, rápidamente se sumó al proyecto.

 

Así, Pablo y Juanito conciben Belorizonte entre 2017 y 2018. Un disco diferente, hecho por curiosidad y casualidad. Detrás de cada canción hay una historia, una experiencia, distintas coordenadas, diferentes músicos, cambios de estado de ánimo y energía. Es una gran fotografía de un momento vital, de alguna manera, un preciado souvenir.

 

Belorizonte (Esmerarte 2020) contiene una búsqueda, es el final de un viaje y el comienzo de un nuevo camino. Podemos encontrar ritmos de cumbia que se abrazan con salvajes guitarras eléctricas y samplers en “Cuerpos” y “La Noche”, la clara influencia del folclore argentino a través del Huayno en “Hojas Del Campo”, la Chacarera en “Con El Viento” o la influencia de ritmos de Candombe Uruguayo en “Nada”. La voz y textos de Pablo actúan como hilo conductor y no se percibe una actitud impostada. Uno de los objetivos fue hacer suyos estos nuevos lenguajes para establecer una lectura propia de ellos. Pero no todas las canciones parten de esta raíz; en “Crónicos” las cajas de ritmos conviven con los sintetizadores y en “Ada” los samplers al estilo Beck caminan junto guitarras en la onda The Strokes.

 

La maravillosa voz de Esmeralda Escalante, líder de la banda Aínda Dúo, aparece en “La Luz Que No Alumbra”. Un down tempo en el que los arreglos de corte impresionista danzan sobre el cuerpo de un Fender Rhodes. La segunda colaboración es la de Eladio Santos (Eladio y Los Seres Queridos) que aparece en “Adiós”, última canción de track list.

Belorizonte un disco transgresor en cuanto a la instrumentación. Aparecen timbres muy distintos a los que estamos acostumbrados a escuchar en un disco de canciones. Puedes percibir cómo se repiten los bombos legüeros junto a los güiros, tumbadoras o cajas chayeras en la percusión. Instrumentos de cuerda como el charango, timple, roncoco o chillador conviven con guitarras eléctricas, cajas de ritmos, sección de metales o sintetizadores.